A escasas dos horas del Distrito Federal, Agua Blanca ofrece en sus 30 hectáreas una oportunidad para vivir de cerca la maravilla de los elementos naturales a todo color y en plena experiencia sensorial. El clima es el idóneo, pues está ubicado en un área donde tres diferentes zonas climáticas conviven, y por ende, flora y fauna también.
También se puede disfrutar del acceso a las aguas termominerales que salen a unos placenteros 32ºC.
Con deseos de recorrer las 30 hectáreas de Agua Blanca se puede conocer la hermosa cascada “Velo de Novia”, las pequeñas grutas naturales que dan cabida a cientos de murciélagos, disfrutar de la tirolesa, descender en rappel, conocer el mismísimo río Tuxpan a orillas del complejo y vivir la experiencia del temazcal.
Si se desean emprender recorridos más largos por la zona, con ayuda de un transporte se puede llegar al pueblo de Jungapeo, a Zitácuaro, a la zona arqueológica de San Felipe los Alzati e incluso a los recintos sagrados de la mariposa monarca.
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