Desde la primera caminata por las calles de Querétaro, te darás cuenta del rico legado de opulencia y fe que dejó el virreinato. Así lo confirman algunos templos, casonas y edificios señoriales que le han merecido al Centro Histórico de la capital queretana, ser nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1996.
Además de poseer un conjunto de edificaciones de la época colonial, el estado es un lugar clave en la historia de México, ya que sus calles, recintos y habitaciones atestiguaron varios de los capítulos más importantes de la lucha de Independencia.
La ciudad ofrece la opción de recorrer algunos de sus rincones emblemáticos desde la comodidad de un tranvía turístico, sin embargo también lo puedes hacer a pie si eres de esos viajeros que disfrutan de los paseos.
En el corazón de la ciudad se encuentra Palacio de Gobierno, una de sus principales construcciones y de las más atractivas a visitar, gracias a sus elevados y gruesos muros blancos, ornamentados con balcones en herrería, en los que aún resuenan historias de condes y marquesas. El importante papel que tuvo el sitio en la historia del país, hace que el edificio sea considerado uno de los sitios más representativos; no sólo de la ciudad, sino de México.
Otro de los puntos de interés, son Los Arcos, una monumental obra hidráulica de 1,280 metros de largo, lo cual los ha convertido en un ícono de la ciudad. Su construcción fue ordenada por el marqués Juan Antonio de Urrutia y Arana en 1726.
Por otro lado la catedral de Querétaro o también conocido como el templo Felipe Neri, mantiene una fachada barroca con ciertos toques neoclásicos, adornada con columnas en cantera y con destellos de tezontle. Es aquí en donde el cura Miguel Hidalgo y Costilla oficiaba misa.
Otra de las edificaciones religiosas sobresalientes por su belleza arquitectónica es el templo y el ex convento de San Agustín, que hoy alberga el Museo de Arte (MAQRO), con una colección de pinturas novohispanas. El sitio es considerado un canon de la tendencia barroca en México; requerirás varias horas, que bien podrían extenderse a días, para descifrar el significado de todos los elementos dentro de este imponente espacio.
La ciudad arroja una vasta oferta de actividades relacionadas con el arte. En el ex convento de San Francisco, un edificio del S. XVII, se encuentra el Museo Regional de Querétaro, en el que a través de 16 salas se muestra la historia del estado en convivencia con muebles, pinturas y documentos de la época colonial.
En el antiguo claustro del convento de Capuchinas se localiza el Museo de la Ciudad. Ahí se exponen diversas muestras temporales de arte moderno y contemporáneo.
Para que estimules un par de sentidos más, nada mejor que un repaso con ayuda del paladar por alguno de los dulces típicos de la región: dulces de leche o alguno de los hechos con guayaba, membrillo o higo. Y si el hambre te exige algo más, la oferta gastronómica queretana, con indiscutible presencia internacional, te parecerá diversa y dispuesta a satisfacer los paladares más exigentes, lo mismo con parrilladas y jugosos cortes que con pizzas artesanales o pastas de magnífica preparación.
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