Centro histórico, el corazón de Mérida

El centro histórico de Mérida es uno de los más grandes en México. Muchos de los edificios que se encuentran aquí, incluyendo los que están alrededor de la Plaza Grande, fueron construidos durante la época colonial a lo largo de los siglos XVIII y XIX.

La Catedral de San Ildefonso es la catedral más antigua del continente y una de las principales atracciones de Mérida. Fue construida entre 1561 y 1598 con las piedras de las ruinas de las pirámides y templos mayas. El interior está muy poco decorado y un crucifijo detrás del altar principal simboliza la reconciliación de la herencia española y maya de la ciudad.

Ubicado en una capilla a la izquierda del recinto se encuentra el objeto religioso más importante de Mérida, el Cristo de las Ampollas, una réplica de la figura original de Cristo que fue recuperada de una iglesia quemada en el poblado de Ichmul. La figura original data del siglo XVI y fue tallada en la madera de un árbol quemado después de ser alcanzado por un rayo, pero sin quedar carbonizado. Cuando la iglesia en Ichmul se incendió, le salieron ampollas a la figura pero no sufrió daños. Fue llamado Cristo de las Ampollas y trasladado a la catedral de Mérida en 1645. La réplica que está en exhibición en la catedral hoy en día fue creada para reemplazar al original después del saqueo de la ciudad por las tropas revolucionarias en 1915.

Situada en el lado sur de la plaza central se encuentra la Casa de Montejo, una construcción del siglo XVI en estilo plateresco español y antiguo hogar de la familia Montejo. Una visita a la casa de Montejo, con su monumental fachada de piedra labrada, es algo que no debes dejar de hacer durante tu estancia en Mérida.

También querrás visitar el interior del Palacio Municipal. El interior del edificio está decorado con murales pintados por el artista yucateco Fernando Castro Pacheco que representan escenas de la historia de Mérida. El edificio contiguo alberga un centro cultural que frecuentemente acoge espectáculos y exposiciones.

La plaza central de Mérida es especialmente popular los domingos por la noche, cuando la ciudad celebra sus festivales semanales callejeros, Mérida en Domingo, con música y bailes. También es un gran lugar para probar algunos de los sabores locales de la ciudad. Los vendedores ambulantes de comida ofrecen marquesitas (crepas rellenas de queso) y champolas (bebidas tipo leche malteada hechas con sorbete) a los hambrientos participantes en el festival.