Uno de los sucesos históricos más importantes del país ocurrió en este lugar de Querétaro.
Cuando el emperador Maximiliano de Habsburgo fue impuesto y respaldado por tropas francesas para gobernar el país, el pueblo mexicano se dispuso en pie de lucha para derrocar y eliminar para siempre años de imposiciones y abusos.
El derrocamiento sucedió cuando en 1867 cuando Napoleón III retirara tropas de nuestro país dejando en manos de Maximiliano solamente cuatro estados entre ellos Querétaro, fue la oportunidad perfecta para capturar al entonces emperador. Fue en el cerro de las campanas donde Maximiliano se entregó y fue hecho prisionero junto con Miguel Miramón y tomas Mejía quienes fueron sentenciados a morir fusilados.
En la parte superior se construyó una capilla de cantera rosa, y también encontramos una réplica de la virgen de la piedad. Años después se mandó construir un monumento a Benito Juárez desde donde se tiene una vista espectacular de la ciudad.
El cerro de las campanas es ahora un parque donde podrás hacer ejercicio, sentarte en una banca a leer, pasar una tarde tranquilo o visitar el museo del sitio.
Un dato: Se le llama cerro de las campanas por las piedras que se encuentra ahí, dicen que al golpear las piedras unas contra otras asemeja el sonido de una campana.
Pero mejor vive para contarlo. Visita el cerro de las campanas en el estado de Querétaro.
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