La capilla y el antiguo convento franciscano de Almoloyan, o Almolonia, fundado en 1554, fueron destruidos por el terremoto de 1818. Los pocos muros sobrevivientes de aquel cataclismo fueron cayendo uno a uno, abatidos por nuevos temblores, hasta quedar en pie sólo un torreón, un arco y unos metros de muro almenado, que no obstante ser poco, mucho nos dicen de su historia.
Si se ve con atención, se advierte que los viejos muros fueron construidos con material tomado de un edificio aún más antiguo, seguramente prehispánico. En varias de sus piedras se aprecian labrados de indudable factura indígena. En otras se ven elementos simbólicos de la orden -como el cordón de san Francisco-, reveladores de un primitivo edificio y primera reconstrucción. Por su estilo arquitectónico es fácil percatarse de que se trata de un edificio colonial temprano, pues las almenas del muro permiten afirmar que era un convento fortaleza, característico del siglo XVI novohispano.
Almoloyan fue hasta principio del siglo XIX cabecera del partido parroquial que se conoció como Cuarte de los Naguales. Dependían de él los pueblos de indios de Acautlán, Quezalapa, Nagualapa, Coquimatlán, Juluapan, Zacualpan y Comala.
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