Los reflejos del atardecer aparecen sobre el espejo de agua junto al cual los evangelizadores coloniales fundaron uno de los conjuntos conventuales mejor conservados del país.
En este lago los purépechas establecieron un centro funerario prehispánico, y más tarde nació un pueblo de pintoresca fisonomía: Cuitzeo del Porvenir.
Está situado a poco más de 30 kilómetros de Morelia, y su clima es templado. Es un pueblo tranquilo; del bullicio sólo son responsables los pájaros que viven en las enormes copas de los árboles de jardines y plazas, en donde la gente se sienta por las tardes para disfrutarlo.
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