Se le dio el nombre de “el Pinacate” por el color negro brillante del pequeño escarabajo que habita en ese ecosistema.
El lugar conocido como la Reserva de la Biosfera de “El Pinacate” te ofrece la grandiosa oportunidad de poder observar una serie de bellísimos cráteres gigantescos acompañados de su microrregión volcánica que alberga en ella una especial flora y fauna, siendo uno de los lugares más visitados, investigados y fotografiados por turistas internacionales y nacionales, es considerado uno de los desiertos más biodiversos del mundo, cuenta con especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y dos especies nativas de peces de agua dulce, además de ecosistemas frágiles representativos de áreas desérticas y de vegetación de dunas móviles y estabilizadas que sustentan una enorme fauna silvestre.
El lugar es ideal para practicar el turismo de naturaleza, en donde el concepto de observación de aves, crea un fascinante espectáculo del mundo desértico.
Dentro de dicha zona volcánica, se tiene un museo, en el cual se nos invita a comprender mediante su centro de interpretación, su prehistoria y evolución de esta área los efectos geográficos que el mundo exterior o del universo ha sufrido a través del tiempo. Los cráteres del Pinacate son Cráter Badillo, el Cráter Molina (El trébol), cerro Colorado, Volcán Grande, Cráter Mc. Dougal, Cráter Carvajales.
En el lugar, sus maravillosas dunas pueden alcanzar los 200 metros de altura y presentan diferentes formas lineales, de estrella y cúpula, mostrando enormes contrastes y en constante cambio en términos de forma y color. Es administrada por la Comisión Nacional De Áreas Naturales Protegidas (CONANP), órgano desconcentrado.
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