Huamantla se ubica a 42 kilómetros de Tlaxcala. A la llegada de los españoles Hernán Cortés se estableció unos días en esta zona habitada por otomíes, mientras esperaba las noticias del mensajero que había enviado a los Señoríos de la República de Tlaxcallan.
San Luis Huamantla fue fundada el 18 de octubre de 1534, tierra de valientes guerreros como Tlahuicole, campo donde se han librado grandes batallas como la de Tecoac en 1876 cuando el General Porfirio Díaz venció al ejército norteamericano.
Un pueblo de tradiciones que se endulzan con la panela del Muegano, dulce típico de la región, que hoy se transforma para ser más mágica y te abre su alma pueblerina para que entres por la puerta grande y nos visites para hacer tuya, la experiencia de subir nuestra montaña, tomar pulque, dormir en una hacienda, soñar con los títeres y elaborar un tapete, todo esto y más te espera en Huamantla, ven a conocerlo.
Que visitar:
Museo Nacional del Títere (MUNATI)
Se localiza en Huamantla en Memoria de la Familia Rosete Aranda, fundadores de la compañía de títeres más exitosas en México en el siglo XIX, llegaron a tener 5,000 piezas elaboradas por ellos mismos, escribían y montaban sus propias obras. Dieron funciones ante los presidentes de la República Benito Juárez y Antonio López de Santa Ana.
En el museo también encontrarás marionetas de otras compañías y países.
Museo Taurino.
Un espacio en memoria de la Fiesta Brava, encontrarás una galería de toreros de diferentes épocas, maquetas de Plazas de México, carteles, noticias de periódicos que publicaron tardes de triunfos, trajes de torero, cabezas de toros y un mural dedicado a la tauromaquía.
Museo de la Ciudad.
Ocupa lo que en tiempos de la colonia fue una troje del convento franciscano, con gruesos muros y hermosos arcos, guarda los recuerdos del pueblo de Huamantla, desde piezas prehispánicas hasta retratos y trofeos de personajes como el Alcón de Huamantla.
Parroquia de San Luis Obispo.
Una iglesia que atrae tu mirada con la vivacidad de sus colores invitando a visitarla, descubrirás en su interior un bello retablo del siglo XVII, tallado en madera y laminado en oro que tiene la rara característica de ser asimétrico y que ha puesto en un dilema a los curadores que han estado trabajando en su restauración.
Las Haciendas Pulqueras
Son tres construcciones que datan de los siglos XVII y XVIII y que atesoran leyendas, acontecimientos históricos y memorias de una época de prosperidad. Actualmente, las haciendas pulqueras están abiertas a las visitas turísticas; ofrecen recorridos en los que se cuenta la historia del lugar y se degustan platillos y bebidas de la región. Algunas tienen restaurantes y ofrecen servicios de alojamiento. Si tienen tanto estrés que están perdiendo el pelo, no duden en visitar la Hacienda Soltepec, que cuenta con servicio de SPA en la habitación (los masajes no reemplazarán a la mesoterapia capilar, pero sus efectos relajantes ayudan a prevenir muchos problemas relacionados con el estrés, como ciertas formas de calvicie).
Convento Franciscano.
Resalta su torre tallada en piedra, su piso de madera y la imagen del Cristo Negro venerada por lugareños y peregrinos que vienen a pedirle algún favor, sale a recorrer las calles de Huamantla el 31 de diciembre. Fecha en la que también se elaboran tapetes de aserrín.
Iglesia de la Virgen de la Caridad.
Una visita obligada al templo Mariano más importante de Huamantla, se le dedica la mayor celebración con la elaboración de alfombras durante todo el mes de agosto y los tapetes de aserrín para su procesión el 14 de agosto por la noche.
Próximamente se podrán visitar su museo, en donde se exhiben sus vestidos y mantos bordados con hilo de oro.
Cuando visitar Huamantla:
El clima de Tlaxcala es ideal en cualquier época del año. Se recomienda llevar ropa cómoda y abrigadora para visitar La Malinche, sobre todo en invierno.
Para apreciar toda la riqueza cultural de la región, lo mejor es ir durante la Huamantlada, en las primeras semanas de agosto.
Donde alojarse:
Existe una gran variedad de alojamientos, para todos los gustos y presupuestos. Desde lujosas haciendas y hoteles, hasta sencillos pero bien equipados albergues en las áreas naturales. También hay alquiler de cabañas y espacios para acampar.
Cómo llegar:
Desde la ciudad de Tlaxcala, se toma la carretera 119, en dirección a Apizaco; de ahí se sigue por la 136, en dirección a Puebla.
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