Ciudad de México, 9 de julio de 2016.- Las cascadas que se encuentran en el país son bellísimas, pero sin duda las que se encuentran inmersas en la selva veracruzana no tienen comparación, en seguida te contamos cuáles son las más hermosas para que las visites en las próximas vacaciones.
En el municipio de Catemaco se encuentra la Reserva Ecológica Nanciyaga y el Salto de Eyipantla, una cascada que cuenta con 50 metros de altura y 40 de ancho.
Durante la época prehispánica, el Salto, como se le conoce, poseía un gran significado, toda vez que fungió como emblema del Tlalocan, es decir, el paraíso del dios de la lluvia.
De esta manera, doncellas, sacerdotes y caciques llegaron al sitio con la única finalidad de recibir la bendición del dios Tláloc.
Ahora es un centro ecoturístico al que llegan visitantes nacionales y extranjeros que pueden admirar las maravillas naturales de la zona y realizar actividades acuáticas y senderismo.
Asimismo en el poblado de Xico, se encuentra las bellísimas cascadas de Texolo que están rodeadas por cultivos de café y exóticas orquídeas.
La cascada principal del recinto tiene una altura entre 18 y 24 metros, cuya caída es posible disfrutar desde un puente que cuelga sobre el barranco que conecta ambas partes del bosque. Al otro lado, hay dos cascadas más pequeñas que se pueden ver a partir de algunos senderos en la zona.
La Tomata, es una con 30 metros de altura y se encuentra en los límites de Tlapacoyan y Atazalan.
Al pie de esta imponente caída, kayakistas extremos esperan la fuerza de las aguas para recorrer los ríos y disfrutar de la adrenalina que ofrecen sus rápidos.
En el sur del estado se ubica la región Los Tuxtlas, que posee un innumerable numero de cascadas y caídas de agua cristalina, por lo que es un sitio ideal para el turismo de aventura, entre los pantanos de los ríos Coatzacoalcos y Papaloapan.
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