Esta hermosa casa resguarda historia, cultura y legados como Museo Nacional ubicado en Ciudad de México dedicado a la educación sobre las culturas del mundo, tanto del pasado como del presente.
Está situado en un edificio de la época colonial que solía ser la Ceca para fabricar monedas. Antes de esto, el lugar fue la ubicación de la “casa Negra” de Moctezuma.
La ceca se trasladó a la Calle Apartado en 1848, y el edificio fue utilizado para diversos fines hasta que en 1966 se convirtió en el Museo Nacional de las Culturas.
La Casa Denegrida
El museo está ubicado en el lugar que ocupaba el edificio mexica que era parte del complejo del Palacio Nuevo de Moctezuma, llamado la Casa Denegrida por los conquistadores españoles, que lo describieron como un cuarto sin ventanas pintadas de negro. Aquí, Moctezuma meditaba sobre lo que le fue dicho por los clarividentes y por los chamanes. Recientemente, se han desenterrado partes de una pared y un piso de basalto, en las excavaciones realizadas en este lugar y en lugares próximos a la puerta del Palacio Nacional.
Durante la conquista de México, esta casa, así como el resto del Palacio de Moctezuma, fue destruido casi en su totalidad. Este sitio formó parte de los lugares de que se apropió Hernán Cortés quien reconstruyó el complejo con parte de los materiales de los edificios antiguos.
Originalmente las operaciones de acuñación de la Real Casa de Moneda se habían establecido desde su fundación en 1535 en la parte posterior de las llamadas «casas viejas de Moctezuma», también propiedad de Hernán Cortés y por las que el gobierno virreinal pagaba una renta, ubicadas en el sitio que hoy ocupa la casa matriz del Nacional Monte de Piedad. En 1569 el gobierno adquirió al segundo marqués del Valle, Martín Cortés la propiedad al noreste del nuevo palacio virreinal en las antiguas «casas nuevas de Moctezuma» con el fin de establecer la casa de moneda. Las obras se realizaron bajo la dirección del maestro mayor Miguel Martínez, entre 1570 y 1572, empleando para este fin los materiales procedentes de la demolición de las atarazanas mandadas construir por Cortés. Aquí funcionó desde entonces bajo el régimen de «asiento» o concesión a personas que adquirían en remate los distintos oficios. Esta ceca es responsable del nombre de la calle que de llamarse «del Arzobispado» pasó a ser «de Moneda».
En 1729 la Corona retomó la administración directa de la Casa de Moneda y se introdujo nueva maquinaria, para lo cual se realizaron diversas ampliaciones y modificaciones entre 1732 y 1734 bajo la dirección de su nuevo director, Nicolás Peinado Valenzuela y posteriormente de Pedro de Arrieta, con una fachada de José Eduardo de Herrera. El edificio fue ampliado nuevamente entre 1772 y 1779 por Miguel Constanzó, Lorenzo Rodríguez y José Damián Ortiz de Castro.
En 1778 el grabador y tallador mayor Jerónimo Antonio Gil estableció una escuela de grabado en un anexo del edifico. El buen éxito obtenido llevó a Gil a proponer la creación en 1781 de de la Academia_de_San_Carlos, inicialmente en la misma ceca, hasta que en 1791 se trasladó a un local propio en el antiguo Hospital_del_Amor_de_Dios.
A raíz de la independencia de México, la ceca pasó a llamarse por breve tiempo Imperial Casa de Moneda de México, y posteriormente Casa Nacional de Moneda. En 1847 el gobierno arrendó la Casa de Moneda a una companía inglesa, la MacKintosh Mint Company. En 1848 esta empresa se trasladó a la antigua Casa del Apartado (actual Museo Numismático Nacional), y el edificio original fue utilizado como cuartel, Ministerio de Hacienda, Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como bodega de la biblioteca y archivo de la Universidad.
En 1865, el emperador Maximiliano decidió ubicar el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia en este lugar, a partir de piezas donadas por la Real y Pontificia Universidad de México y el Museo Nacional (inicialmente planeado por el presidente Guadalupe Victoria en 1825).
Este edificio fue nombrado monumento nacional en 1931. En 1938 Rufino Tamayo pintó el mural llamado «Revolución» en el que se representa una escena de la rebelión de obreros y campesinos contra la burguesía durante la Revolución Mexicana, que puede todavía verse en el vestíbulo.
El museo fue inicialmente exitoso, pero declinó y gran parte de sus colecciones fueron trasladadas a otras instituciones. La colección relacionada con la historia natural fue trasladada al Palacio de Cristal (después Museo Universitario del Chopo) en 1909. La antigua institución pasó a denominarse Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía.
A raíz de la creación del Museo Nacional de Historia, en el castillo de Chapultepec, se trasladaron allí en 1944 la mayoría de los objetos históricos. La institución pasó entonces a llamarse Museo Nacional de Antropología. Las colecciones restantes fueron transferidas al Museo Nacional de Antropología e Historia (en 1964), así como al Museo Nacional del Virreinato y Museo Nacional de las Intervenciones.
En 1906 comenzaron a impartirse en el edificio clases de antropología fisica, etnología y lenguas indígenas. En 1942 se estableció allí la recién fundada Escuela Nacional de Antropología, que 17 años después se trasladó al Mayorazgo de Guerrero, en la misma calle.
Desde que fue fundada, la Escuela ha ocupado distintos edificios para desarrollar sus labores. En 1942 se localizó a un costado del Palacio Nacional de México, en el edificio de la antigua Casa de Moneda, actualmente ese edificio colonial alberga al Museo Nacional de las Culturas. Diecisiete años después, la ENAH fue reubicada al edificio de Mayorazgo de Guerrero, en la misma calle de Moneda. De ahí se traslada, en 1964, al recién estrenado Museo Nacional de Antropología, en el parque de Chapultepec. Finalmente, en 1979, la ENAH fue ubicada en su actual espacio, en la zona arqueológica de Cuicuilco, a un lado de la pirámide más antigua de América.
En 1965 el edificio fue adjudicado al nuevo Museo Nacional de las Culturas, dedicado a las culturas pasadas y presentes del mundo. Es el único de su tipo en América Latina. Fue objeto de una restauración entre 2006 y 2010, en el transcurso de la cual se realizaron también excavaciones arqueológicas.
Actualmente cuenta con dieciséis salas de exposición permanentes y tres salas para exposiciones temporales. Algunas de las habitaciones están dedicadas a los objetos de las culturas prehistóricas como las pinturas rupestres y los utensilios relacionados originarios de las sociedades sedentarias y agrícolas. Otras salas están dedicadas a la antigua Mesopotamia, así como a la antigua Grecia y la antigua Roma. En la sala de la era de la exploración se exhiben objetos del primer contacto europeo con América. Hay exhibiciones de culturas modernas de todos los continentes y algunos dedicados a las culturas poco conocidas como la cultura de Samoa o de Nueva Irlanda. Desde su fundación, el museo ha recibido más de 12.000 piezas de todo el mundo. Estas piezas incluyen textiles, objetos de vidrio, porcelana, fotografías, armas, kimonos, máscaras, joyas y esculturas. Muchos de estos objetos son originales y algunos son bastante antiguos. El museo sigue recibiendo donaciones de objetos. Uno de los más recientes es de la mesa con incrustaciones de concha nácar de Vietnam.
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