Si decides aventurarte y conocer más de las maravillas naturales y arquitectónicas que México tiene para ofrecerte, entonces no puedes dejar de visitar la Peña de Bernal, en el estado de Querétaro; se caracteriza por ser la poseedora del tercer monolito de piedra más grande del mundo, solo después del Peñón de Gibraltar en el mar Mediterráneo y el Pan de Azúcar en Río de Janeiro en Brasil.
Según la historia, esta enorme y magnifica formación rocosa se formó en el periodo jurásico a causa de un volcán cuyo magma, al agotarse su energía, se solidifico. Con el paso del tiempo y la erosión el resto del volcán desapareció quedando solo la lava solidificada que ahora constituye la peña.
El ascenso a la cima no es de lo más fácil, pero si tiene camino que permite ascender a la mayor parte de ella; puedes llegar en coche hasta un mirador que cuenta con estacionamiento y donde puedes encontrar diversos puestos con fabulosas artesanías de la región, bebidas y antojitos típicos del lugar.
A partir de este punto, el demás recorrido tiene que hacerse a pié, cuando hallas llegado a una altura considerable, puedes deleitar tu mirada con los bellos paisajes y sobre todo sentir el contacto con la naturaleza.
Para poder llegar hasta la cima, como todo buen campeón, es necesario tener equipo y conocimientos para escalar, o en todo caso, hacerte acompañar de un profesional, ya que el último tramo es vertical y el tipo de piedra y sus posibilidades de escala, lo convierten en el mejor escenario para practicar la escalada en roca.
Si todo esto te parece mágico e interesante, entonces te quedaras encantado cuando veas que en este hermoso regalo de la naturaleza los sábados y los domingo la peña es iluminada en la cara que da al pueblo, lo que define mágicamente sus contornos, contrastando con la profundidad que ofrece la noche.