Como si se tratase de los guardianes de un sitio mágico, las formaciones de rocas ubicadas en Zacatlán de las Manzanas, en el estado de Puebla, recibe día con día a miles de personas dispuestas a recorrer sus paisajes y atreverse a descubrir las leyendas e historias que ahí se encuentran.
Julio, agosto y parte del mes de septiembre son los meses recomendados para los amantes del campismo que les apetezca visitar la zona. A pesar de ser considerada una época de lluvias, es la mejor temporada del lugar, pues el valle se pinta de verde, y una gran cantidad de riachuelos y pequeñas caídas de agua se abren paso entre las enormes rocas que llegan a medir hasta los 25 metros de altura.
Los pobladores locales son los encargados de contar a los visitantes, las historias que ahí se encierran, en el místico lugar, una de las más conocidas y contadas es en la que se relata que las piedras son en realidad gigantes castigados por los dioses antiguos, que decidieron librar de la maldad de estos seres a los habitantes.
El lugar es bastante seguro, cuenta con una caseta de vigilancia, una enfermería, un pequeño museo, una zona de acampada muy bien definida, estacionamiento y caballerizas.
El clima casi siempre suele ser frio por las noches, así que la mejor opción es llevar una muy buena casa de campaña y ropa bastante abrigadora, para no pasar frio por mientras duermes o aprecias el hermoso cielo estrellado.
La comida está asegurada, podrá deleitarse con los riquísimos tlacoyos de alverjón, la carne a las brasas, o los mixiotes, y para entrar en calor que tal te caería un delicioso café de olla, mientras se disfruta del amanecer, sentado en bancas de madera.
Debe estar conectado para enviar un comentario.