El ponche navideño que tradicionalmente acostumbramos beber en temporada invernal, tuvo sus orígenes a través del mestizaje entre la cultura indígena y la europea, dando como resultado la exquisita combinación de frutas tropicales que le dan un color y sabor único. Una de las características que tiene en nuestro país es que se puede servir en un pequeño tarro o jarrito de barro y complementarlo con un chorrito de ron.
El ponche de navidad o de frutas no puede faltar durante los festejos decembrinos, especialmente en las posadas, debido a que su alto contenido calórico permite conservar adecuada temperatura corporal en medio de las inclemencias del clima. Aunque su elaboración varía de acuerdo con el país o región donde se prepara, en términos generales consiste en una variedad de frutas hervidas con azúcar.
Sin embargo, las características principales de esta bebida pueden estar llenas de contrastes, pues el sabor puede variar de acuerdo a la cultura o región en la que se prepare.
Es importante mencionar que el valor nutricional del ponche es muy alto, gracias a la cantidad y combinación de frutas, sobre todo es rico en vitamina C, sin embargo, puede variar con respecto a la proporción y cantidad de ingredientes con los que se prepare, lo que sí es que es necesario mantener un equilibrio entre ellos.
El sabor y color típico de la bebida se debe también a estos contrastes, que se ha visto enriquecido gracias al ingenio de quien lo prepara: para darle color rojizo, en algunas regiones se le agrega infusión de flor de jamaica, en tanto que en otras se da peso a los cítricos para obtener un sabor peculiarmente ácido, pero con el muy agradable contraste dulce de la caña de azúcar.
Debe estar conectado para enviar un comentario.