Pueblos mágicos que no conoces, Tula y Mier tienes que estar ahí.

Tula y Mier que están llenos de historia y tradición, ofrecen a los visitantes una gran variedad de opciones para descansar, visitar y disfrutar sólo o en familia

CD. VICTORIA, Tamaulipas.- Tamaulipas cuenta con una amplia gama de segmentos turísticos cuyo objetivo es dejar al visitante con ganas de regresar y seguir disfrutando del Estado. Desde su turismo de salud reconocido internacionalmente por su alta calidad hasta el turismo de naturaleza que brinda una relación más cercana y educativa con la ecología.

Entre sus bellezas naturales y ventajas turísticas, destacan Tula y Mier, Pueblos Mágicos de Tamaulipas que brindan un ambiente tranquilo y relajado, con sus calles empedradas y coloridas casas, cuentan la historia de la entidad y muestran una parte de la cultura tamaulipeca.

Tula

Considerada la ciudad más antigua de Tamaulipas, Tula fue nombrado Pueblo Mágico en el año 2011. Fundad el 22 de julio de 1617 por el fraile franciscano Juan Bautista Mollinedo, se ubica en la Sierra Madre Oriental, en la parte suroeste del Estado.

La mayoría de sus edificaciones coloniales son consideradas monumentos históricos. Se caracteriza por ser la única ciudad del Estado que se divide en barrios en lugar de colonias, además, es donde abundan las artesanías y las nieves típicas de la región.

En su tiempo Tula fue reconocida como una ciudad culta y aristocrática, incluso se le conocía como la ciudad de los pianos, ya que era común que todas las casas tuvieran uno en cada habitación. Como un dato curioso, fue hogar de Doña Carmen Romero Rubio, segunda esposa del presidente Porfirio Díaz.

Lugares atractivos

El Pueblo Mágico Tula cuenta con una Plaza de Armas que tiene en el centro un kiosko porfiriano de hierro colado, también tiene amplios jardines, andadores y bancas. Frente a la plaza está el templo de San Antonio de Padua, joya arquitectónica de estilo barroco cuya construcción data del siglo XVII, convirtiéndose en la iglesia más antigua de Tamaulipas.

El Centro Histórico de Tula es reconocido por sus hermosas casas con balcones de antigua herrería y construcciones como los Portales en la calle Juárez, lugar de reunión de comerciantes para vender sus productos; la casa donde vivía la familia Carrera Torres, que fue objeto de grandes restauraciones.

También destaca el Hotel Diligencias, que antes era casa particular y después se convirtió en hotel de 20 habitaciones, en el cual se hospedaban personas de elite social y militar y actualmente es uno de los atractivos arquitectónicos más representativos.

El Edificio de la Minerva es ahora reconocido como la Casa de la Cultura, hasta 1922 fue una escuela secundaria, después sede de la Escuela Minerva exclusiva para niñas y en 1980 se convirtió en Centro de Artes y Artesanías y Casa de la Cultura. Es una construcción de dos plantas de estilo neogótico.

A los alrededores de este bello Pueblo Mágico, se encuentran vestigios de su grande cultura, a tan sólo 9 kilómetros, por la carretera 66 a Ocampo, en lo que se conoce como Tammapul se encuentra la pirámide El Cuitzillo, perteneciente a la cultura huasteca que data del año 640. Es una de tres pirámides, pero hasta el momento, no se han descubierto las otras dos.

Delicias gastronómicas

Destacan entre su gastronomía, las famosas y deliciosas enchiladas tultecas, preparadas con tortillas rojas, papitas guisadas con zanahoria y chorizo, cubiertas con cebolla, queso fresco, tomate y lechuga.

También es reconocida por su cabrito, asado de puerco, bistec ranchero y la barbacoa de pozo. Además de sus dulces tradicionales, que son recetas familiares y que pasan de generación en generación.

Cuera tulteca: Símbolo Tamaulipeco

Uno de los principales símbolos tamaulipecos reconocido tanto nacional como internacionalmente es la cuera tulteca o cuera tamaulipeca, confeccionada a lo largo de cuatro generaciones desde 1916, consiste en una chamarra sencilla elaborada a base de piel de venado, cabra, res o borrego, con adornos y flecos.

El diseño original consistía en una chamarra larga y sencilla elaborada con gamuza de venado con un flequillo o barba en la pechera y otro en la espalda. Después, bajo encargo del general Alberto Carrera Torres, el capitán Rosalio Reyna pidió una cuera con abundantes adornos, y se le añadieron barbas en brazos, pecho, espalda y bolsas, así como detalles en filigrana de cuero parecidos a plantas y flores del desierto, siendo popularizado y convirtiéndose en traje típico de Tamaulipas.

Fue tan reconocida la cuera tamaulipeca, que se elaboraron otras prendas para hacerle juego como faldas, blusas, chaparreras, botas y accesorios como carteras, monederos, llaveros y cigarreras.

La cuera se hace a mano sobre medida y por encargo, tomando varios días para su confección, los dibujos se hacen con plantillas que se ponen sobre la piel, se traza, se recorta y se cose minuciosamente y el conocimiento de su elaboración pasa de generación en generación, manteniendo este tesoro tamaulipeco.

Mier

Reconocida por ser fiel a sus orígenes, Mier fue declarado Pueblo Mágico el 5 de diciembre de 2007, donde destacaron sus raíces históricas que honran a sus antepasados. Entre sus calles, el visitante podrá respirar un ambiente de los antiguos pueblos coloniales que surgieron en el Nuevo Santander durante el siglo XVIII.

La Villa de Mier fue fundada el 6 de marzo de 1753 por José de Escandón y Helguera, Conde de Sierra Gorda bajo la advocación de la Purísima Concepción. Iniciaron 19 familias y fueron ascendiendo a 39 con 274 personas.

Para la independencia de Texas entre 1835 y 1836, y el estallido de la guerra entre Estados Unidos y México, entraban tropas de texanos armados que querían apropiarse de terrenos mexicanos y desde donde los habitantes de Mier destacaron por su valentía, logrando hasta 1871 cuando fue reconocida como ciudad.

Lugares llenos de historia

Una de sus más destacadas obras arquitectónicas es la Parroquia de la Purísima Concepción. Inaugurada en 1795, hecha principalmente de piedra arenisca, consta de tres naves destacando en su fachada su puerta de medio punto y decorados con piedra labrada, así como varios relieves.

Al sur de este histórico Pueblo Mágico se encuentra la Plaza Hidalgo, conocida también como Plaza de San Juan. A sus alrededores se encuentran la Capilla de San Juan, construida en 1835 de piedra de tono café claro. Sólo se abre al público un día a la semana, en festividades y ocasiones especiales.

A un costado se encuentra la Casa de la Cultura, edificio histórico de estilo colonial, construido en 1864. Tiene adornos barrocos, y en donde se llevan a cabo exposiciones artísticas y talleres en su planta baja, y su segundo piso es un museo donde se encuentra el Archivo Histórico Municipal.

Una de las edificaciones más significativas es la Casa de los Frijoles Pintos, construcción de gruesas paredes de cal y roca y en donde en diciembre de 1842 se llevó a cabo una acción de armas ante el ejército norteamericano, tomando como prisioneros a más de 200 soldados del ejército texano, fusilando a uno de cada diez.

Para escoger a los prisioneros que serían fusilados, se colocaron 176 frijoles pintos y 17 frijoles negros en un recipiente, vendaron los ojos a los prisioneros y cegados escogieron un frijol del recipiente y quienes sacaron los frijoles negros fueron fusilados.

Para deleitarse

Únicos en Mier, destacan su panadería, como la semita, el pan de campo, las empanadas de cajeta y calabaza, pan de elote, y pan de polvo o polvorones. Por otro lado, las tortillas de harina, los atoles de pinole y de arroz con pasa, los tamales de elote, de venado, de jabalí, de acelgas con queso y el tamal de nalgada también son una delicia gastronómica.

Otros más de sus platillos más representativos son sus guisos, la milanesa de res, el caldillo fiscaleño, el cabrito en salsa, el machacado con huevo a la mexicana y el cortadillo, recetas que pasan de generación en generación y que han atraído a personas de todos lados para degustar sus platillos típicos.

Idóneo para la caza y pesca deportiva

Cerca del Pueblo Mágico Mier se encuentran los ríos Bravo, Álamo y San Juan, al sureste está la presa El Azúcar y sobre el río el Álamo está la presa las Blancas que son un perfecto espacio para la pesca deportiva, ya que abundan la lobina negra, la carpa y la mojarra.

A pocos kilómetros del norte de Mier, está la presa Falcón, considerada la más grande de Tamaulipas, esta presa sirve como división entre México y Estados Unidos y no sólo se presta para la pesca deportiva, sino también para practicar veleo.

Además, cuenta con una fauna local abundante, perfecta para el turismo cinegético ya que atrae a cazadores tanto nacionales como internacionales, y en donde se pueden encontrar principalmente al venado cola blanca, la codorniz y la paloma de ala blanca.

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