En muchos de los sitios del estado de Guerrero, la naturaleza más pura se combina con valiosas manifestaciones culturales; exóticos parajes silvestres se combinan con admirables edificios de gran importancia histórica. Algunos de estos tesoros naturales y culturales están vinculados a viejas leyendas que cautivan la imaginación de lugareños y turistas. Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en la Iglesia del Padre de Jesús de Petatlán. En el interior de este templo católico existe una escultura de Cristo, la cual, según se cuenta, apareció en las más asombrosas circunstancias. En la actualidad la escultura está considerada como muy milagrosa.
La mencionada iglesia se levanta en pleno zócalo de Petatlán, donde además se puede gozar de su típica plaza, con un kiosco rodeado de vegetación, el edificio del Ayuntamiento Municipal y la Casa de la Cultura. Transitando por sus calles principales se hallará el mercado de productos de oro, donde los precios son muy accesibles. Una de las razones de ello, es que son los mismos artesanos quienes ponen a la venta sus creaciones, las cuales, además, son de una calidad excepcional.
Para comer, se tiene la oportunidad de gozar de las delicias culinarias que se ofrecen en Petatlán o en un lugar cercano conocido como El Calvario. Son sitios en donde son habituales los tamales de carne de chivo preparados en hoja de plátano y otros guisos que se cocinan con la sal que se obtiene de los Esteros Las Salinas. Para quienes gusten del pescado y los mariscos, entonces lo mejor es acudir a las cercanas Playa La Barrita y Barra de Potosí, y en específico para degustar ostiones, la Laguna Estero Valentín, donde se preparan ostiones frescos de las maneras más variadas, en un entorno de paisajes silvestres de extraordinaria belleza.
Una recomendación más, corresponde al sitio arqueológico de la Soledad de Maciel, en donde se observan interesantes petrograbados, ofrendas y adoratorios de enorme valía patrimonial e histórica.
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