Durante el segundo “Festival Guanajuato ¡Sí sabe!” (que se celebro entre mayo y junio 2014), específicamente en el encuentro de cocineras regionales, se dieron a conocer ingredientes y platillos muy interesantes que, con seguridad, sorprendieron a los comensales cambiando la concepción que tenían sobre la comida del lugar.
Una de las tantas delicias que se presentaron fueron las guamishas o borrachitas, un fruto bulboso de pulpa blanca que guarda un gran número de semillitas negras, parecidas a las pitahayas deTabasco y Oaxaca.
El nombre de esta rica fruta proviene de una curiosidad en cuanto a su cosecha: si no se recolecta desde temprano o en el punto exacto cuando aún no está madura por completo, el calor del sol la fermenta ocasionando que produzca alcohol.
De abril a junio es la mejor temporada para disfrutar de las borrachitas, y la forma más atractiva para gozar de su sabor es preparadas como nieve. Se cuenta que el cura Miguel Hidalgo fue el que enseñó a la comunidad guanajuatense a hacer helado, el cual fue tan bien recibido que la gente empezó a crear nieves de diversos sabores como el de borrachita. La fruta también funciona para elaborar salsas dulces o picantes y así acompañar otros platillos.
En la plaza central de Dolores Hidalgo encontrarás neverías que ofrecen helado de la protagonista de este hallazgo. Sin embargo, recomiendo la de “La Flor de Dolores, helado finos”, negocio de la familia García Moncada que ha mantenido la tradición y el secreto de esta dulzura helada por más de 100 años (Av. Guanajuato 3, Dolores Hidalgo).
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