Es recordado de manera muy especial por los visitantes como uno de los destinos más especiales de la República Mexicana, además de que es una de las ciudades coloniales mejor conservadas del país. En este pueblo mágico convergen más de 10 grupos distintos de indígenas, como los tzeltales y tzotziles, lo que lo convierte en un territorio con una gran diversidad cultural. Esta ciudad fue fundada en 1528, siendo una de las primeras poblaciones españolas en el Continente Americano. Recibe su nombre en honor al fray Bartolomé de las Casas, primer obispo de la ciudad quien luchó por abolir la esclavitud de los indígenas.
La catedral de San Cristóbal es uno de los sitios de interés de esta ciudad que hay que visitar obligadamente. Ésta es sede de la diócesis de la provincia de Chiapas y es dedicada a La Asunción. Su construcción se encuentra bien conservada tanto en el interior como en el exterior, y la fachada de estilo barroco data del siglo XVIII.
La Plaza 31 de Marzo, conocida como El Parque, es el centro en el que los lugareños se reúnen para pasear frente al kiosco que data de principios del siglo XX. Es la plaza mayor de San Cristóbal de Las Casas y es el punto en el que es posible encontrar un gran número de pueblos originarios que acuden para vender sus artesanías. Es sin duda un espacio lleno de vida y de color que muestra la riqueza del folclore mexicano.
El Templo de Santo Domingo, de estilo barroco, es también uno de los lugares que no puedes dejar de conocer.
En este pueblo rodeado de montañas considerado como la capital cultural de Chiapas, se puede disfrutar de una gran gastronomía en un ambiente multicultural. Es una ciudad cosmopolita en la que culturas de todas partes del mundo conviven, haciendo de este destino un lugar mágico.
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