El tequila tiene su más puro origen en los azules campos de Jalisco, el tequila, elegido como la bebida más típica de México, le ha dado fama mundial a nuestro país y se ha colocado como uno de los grandes embajadores de la cultura mexicana.
Considerado por muchos como una de las bebidas alcohólicas mejor manufacturadas del mundo, el tequila posee un proceso de elaboración -con normas de calidad sumamente estrictas- casi tan interesante como su sabor. Éste se obtiene de la fermentación con levadura y destilación de los jugos de agave azul, a partir de la cocción de las cabezas del agave, las cuales deben tener entre seis y diez años de maduración y que posteriormente son depositados en barricas de madera.
El tequila se comenzó a producir a mediados del siglo XVII en una hacienda llamada Cuisillo, y hoy en día existen alrededor de 160 marcas y 12 haciendas que lo producen, dando vida a uno de los productos mexicanos más demandados en el extranjero, el cual posee la prestigiosa etiqueta de denominación de origen.
La población de donde surge lleva su nombre y es un encantador Pueblo Mágico que, entre paisajes agaveros, mariachis y aires provincianos, resguarda leyendas y el secreto de esta mística bebida. Visitando sus tranquilos rincones encontrarás el Museo Nacional del Tequila, el Templo de la Purísima, la Quinta Sauza y el apagado Volcán de Tequila. Además, al ser la producción de este aguardiente el mayor atractivo de la zona, se creó la Ruta del Tequila Express, un recorrido en tren en el que se pueden observar zonas arqueológicas, antiguas casonas y en especial, los bellos campos donde se cultiva el agave.
Esta bebida legendaria contiene en su sabor y olor únicos el pasado prehispánico, la tradición de un pueblo mestizo y un proceso de elaboración que asemeja a una obra de arte.
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