Si pudiéramos tener un muestrario de la variedad de escenarios, el número de páginas sería sin duda grande: arrecifes, colinas, largas playas para caminar y plantas tropicales conforman los distintos paisajes de las playas de la zona. Del lado de los lujosos hoteles de Ixtapa tendrás una impactante vista desde la terraza de tu habitación. Albercas de horizonte infinito, bares exteriores, sillas de playa, y los servicios de expertos masajistas son parte de las amenidades del lado refinado.
Si la adrenalina es parte de tus necesidades, aquí puedes disfrutar del jet sky o sentir la fuerza del viento mientras surcas las olas practicando kitesurf. Más tarde, para relajar los nervios, un paseo a caballo observando el atardecer será el mejor colofón a un día de actividades playeras. Otra forma de disfrutar es haciendo un recorrido en bicicleta desde la zona hotelera hasta Playa Linda, una estrecha playa cercana a la isla de Ixtapa donde no llegan grandes oleajes. Aquí puedes visitar una reserva donde cocodrilos, iguanas, tortugas y aves encuentran un refugio. Una línea de palmeras son la sombra que invita a los turistas y locales a disfrutar de este hermoso rincón.
Fiel a su nombre, Playa Quieta es garantía de una tranquila experiencia. Los nativos conocen y prefieren sus aguas mansas, aunque otros se aventuran a internarse en el mar para practicar el windsurf y el esnórquel. En Zihuatanejo, el panorama cambia un poco. Playa Las Gatas tiene aguas cristalinas que puedes disfrutar desde una cabaña con techo de palma. El acceso aquí puede ser a través de un sendero rocoso desde Playa La Ropa o por medio de una lancha-taxi. El arrecife artificial que rodea la playa, además de actuar como barrera contra fuertes oleajes, crea las condiciones para el desarrollo de coral que a mediano plazo se convertirá en un hábitat para la fauna marina
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