En esta temporada estival, Michoacán despliega su esencia como el corazón vibrante de México a través de dos joyas ecoturísticas que cautivan a visitantes de todas partes: el Géiser de Ixtlán y el encantador Rancho Viejo en la zona de Los Azufres, en el municipio de Hidalgo.
La directora general del Fomento Turístico de Michoacán (Foturmich), Edith Berenice Macías Mora, nos invita a explorar las maravillas que estos espacios recreativos albergan, convirtiéndolos en destinos ideales para disfrutar y relajarse durante los últimos días de las vacaciones estivales.
Situado en el municipio de Hidalgo, el campamento ecoturístico Rancho Viejo florece en el corazón de la zona de Los Azufres. Este rincón es un espectáculo en sí mismo, donde el contacto íntimo con la naturaleza se convierte en una experiencia transformadora. Además de las aguas termales curativas, Rancho Viejo ofrece amplias áreas para el esparcimiento familiar, ya sea en las extensas zonas de acampada o en las acogedoras cabañas disponibles para alquilar, brindando la oportunidad de disfrutar de días inolvidables.
La otra alternativa, situada en la parte opuesta del estado, es un regalo de la naturaleza. El Géiser de Ixtlán se alza hasta una altura de 30 metros, creando un espectáculo único que maravilla a los turistas. El sitio está complementado con albercas de aguas termales, áreas de juegos infantiles y espacios para deleitarse con alimentos en un entorno sereno y tranquilo.
El Géiser de Ixtlán se encuentra a dos horas y media de la capital michoacana, mientras que Rancho Viejo se anida en el oriente del estado. Es indudable que tanto visitantes nacionales como extranjeros deben aprovechar la oportunidad de descubrir estos tesoros ocultos de Michoacán durante esta temporada de verano.
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