OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Cerro de la Malinche

La Leyenda cuenta que en ese cerro estan enterrados los huaraches de Malinalli Tenépatl, tambien conocida como Doña Manrina, Malintzin o Malinche. -«Mi abuelo me contó y asi se los cuento a ustedes: que en tiempos de la conquista española y de esto ya ha transcurrido un montonal de años, pasó por aqui Hernán Cortés acompañado de mucha gente, destacando la presencia de una bella mujer a quien nombraban Doña Marina. Era la lengua, la intérprete, pues hablaba muy bien el náhuatl, la maya y el español. Por los pueblos que pasaban llamaban poderosamente la atención cuyos habitantes llegaban curiosos, a la orilla del Camino Real para observarlos, causando admiración las relucientes armaduras que brillaban como el sol. Tambien causaban expectación los caballos que eran bestias desconocidas en esta tierra, con decirles que algunos creían que caballo y jinete eran una sola cosa, aqui no fué la excepción. Era medio día cuando llegó Cortés y su comitiva, mucha gente curiosa se habia congregado y dentro de esa muchedumbre surgieron dos figuras que se acercaron a Malinalli. Ella los observó detenidamente y encontró que ciertos rasgos físicos le eran familiares. La mujer madura que no era otra ms que su Madre, se arrojó a sus piés, pidiendo perdón reiteradamente y agregando entre sollozos que el que lo acompañaba era su hermano. Han de saber que Malinalli nació en esta lugar de suave arena y al morir su papa que era dueño de muchísimas tierras, ella quedó como heredera. Su madre, joven aún, se casó nuevamente, naciendo de esa unión, un varón. Precisamente el que en ese momento acompañaba a su mamá. Su padrastro, ambicioso él convenció a su esposa -mama de Malinalli, por si alguno no entendió- de que el heredero de esas tierras, debería ser el varón y no la niña, por lo cual concibieron deshacerse de ella, vendiéndola casi regalada a unos comerciantes que solían pasar con frecuencia por este lugar.

Y ese día casi 22 años despues se volvían a encontrar y como les decía; su madre no dejaba de pedir perdón, mientras su hermano inmutable y cabizbajo se mantenía firme a un lado de su madre. Malinalli uien era grande de corazón la perdonó. Cortés decidió pasar la noche aquí, por lo consiguiente, Malinalli tuvo tiempo suficiente para platicar con sus familiares, contándoles todo lo que hasta ese momento había vivido, manteniéndolos a la expectativa y con la boca abierta. Al día siguiente al despedirse les dejó varios obsequios, destacando un par de huaraches de oro. Conmovida, su madre le pidió a los vecinos que levantarán un cúmulo para enterrar en el cenrto los huaraches de oro que Malinalli les habia dejado y precisamente ahí, en ese cúmulo, guardado por los siglos de los siglos, permanecen enterrados dichos huaraches, preservando con ello su memoria. Han transcurrido más de 480 años y desde entonces ese cúmulo se llama; El Cerro de la Malinche» (231104). Fragmento extraído de la edición titulada «Malinalli Tenépatl» autoría del profr. Fabio Fabián.Jáltipan, Ver. Mexico/2006
El Cerro de la Malinche se encuentra ubicado en la parte central de la localidad y en el frente Sur del montículo se contruyó hace decadas el palacio de gobierno muncipal. A un costado del cerro se ubica la avenida del mismo nombre y por si fuera poco la Bilioteca Municipal del centro lleva por nombre «La Malinche».

Te puede interesar

#VIDEO | ¡No puedes perderte el concurso nacional de constructores de guitarras e instrumentos de cuerda 2023!

El próximo agosto, el pintoresco pueblo de Paracho se prepara para celebrar con mucha ilusión …