Este platillo emblemático de la gastronomía yucateca, tiene sus orígenes en la época prehispánica  y de acuerdo a la tradición debe ser cocido dentro de un horno de tierra, y aunque es probable que no todos tengamos uno en casa, no te preocupes, aquí te compartimos la receta para llevar este platillo hasta tu mesa:

Para ello necesitarás lo siguiente (Rinde 10 porciones aproximadamente):

– 2 hojas de plátano pasadas por la flama (para ablandarlas)
– 1½ kilo de pierna de puerco
– ½ kilo de lomo de puerco con costilla
– 200 gramos de recado de achiote (se puede usar el que se vende comercialmente)
– 1 taza de jugo de naranja agria o mitad de vinagre y mitad de jugo de naranja dulce
– ¼ de cucharadita de comino en polvo
– 1 cucharadita de orégano seco
– 1 cucharadita de pimienta blanca en polvo
– ½ cucharadita de pimienta negra en polvo
– ½ cucharadita de canela en polvo
– 5 pimientas gordas toscamente molida
– 3 dientes de ajo exprimido
– ½ cucharadita de chile piquín
– Sal al gusto
– 125 gramos de manteca de cerdo

Salsa para acompañarla:

– 8 rabanitos muy bien lavados y finamente picados
– 1 cebolla morada chica picada muy finamente
– 4 chiles habaneros picados muy finamente
– ½ taza de cilantro picado muy finamente
– 1 taza de jugo de naranja agria o de vinagre
– Sal al gusto

Preparación:

Forra una charola de horno con las hojas de plátano, dejando que éstas sobresalgan y coloca la carne sobre las mismas. Disuelve el achiote en el jugo de naranja y añaden las especias, con esta mezcla baña la carne y deja marinar cuando menos ocho horas o de un día para otro en el refrigerador.

Posteriormente baña con la manteca derretida y  envuelve muy bien en las hojas de plátano,  tapa con papel de aluminio y hornea con el horno precalentado a 175ºC durante 1½ horas, o hasta que su consistencia sea tan suave que casi se desbarate.

Para la salsa mezcla todos los ingredientes y dejar reposar por al menos tres horas. Desmenuza la carne y sirve envuelta en las mismas hojas de plátano, acompaña con la salsa y tortillas recién hechas. ¡Buen provecho!